Aquí el recuerdo vive
Por qué es bueno que los niños participen en los ritos funerarios

Por qué es bueno que los niños participen en los ritos funerarios

Los ritos funerarios son aquellas ceremonias que se celebran a raíz de la muerte de una persona.

William Worden, uno de los autores más prestigiosos en el ámbito de la psicología del duelo, establece en su libro Children and Grief (1996) que los ritos funerarios son beneficiosos porque ayudan a satisfacer tres necesidades de los niños y niñas en duelo que os exponemos a continuación.

Ayudan a reconocer la muerte del ser querido

Los ritos funerarios ayudan al menor a aceptar la muerte del ser querido, porque la hacen evidente: la gente se reúne para despedir al ser querido que no va a volver. Ya se entierre o se incinere al fallecido, esto facilita que los niños y niñas que asistan se cercioren de que su ser querido no va a reaparecer, al menos de un modo físico.

Esta es la evidencia sobre la cual construimos el duelo: se produce una despedida y nos empezamos a adaptar a una vida sin la persona fallecida.

Esto no significa que, si un niño o una niña no acude a los ritos de despedida de sus seres queridos, va a tener irremediablemente un proceso de duelo complicado. No, lo que quiere decir es que acudir a ellos generalmente resulta beneficioso.

Permiten honrar la vida de la persona fallecida

Muchos de estos ritos se basan en celebrar la vida del ser querido que se ha muerto: se comparten anécdotas sobre él y hay muchas muestras de amor hacia el fallecido o la fallecida. O se hacen discursos y lecturas sobre la vida y los logros de esa persona.

Asimismo, se expresan muchas muestras de dolor por su muerte que ayudan a contextualizar el dolor del niño o la niña. La propia asistencia a los ritos puede entenderse como una forma de honrar al ser querido que se ha muerto: estar ahí para despedirse.

Establecen una red de apoyo

Los rituales pueden facilitar apoyo y confort a los niños. Mientras que a los adultos nos asusta pensar en el dolor que les puede causar alguno de estos rituales, muchos niños y niñas se encuentran con un espacio donde:

  • Pueden expresar sus emociones sin ser juzgados.
  • Los demás expresan emociones parecidas a las que ellos y ellas están sintiendo.
  • Los amigos y familiares pueden consolar estas emociones a través de abrazos, cartas, mensajes…

No sólo es recomendable que acudan los niños y niñas, sino también que lo hagan los amigos y amigas que quieran ir a prestar su apoyo. Además de los que ya hemos mencionado, también se observan beneficios en los niños y niñas tras participar de forma activa tanto en la organización como en los propios ritos. Pueden ayudar a: organizar el funeral, elegir lecturas religiosas, arreglos florales, la ropa del fallecido, la música que se va a poner, el ataúd, la urna para las cenizas, qué escribir en la lápida, etc.

Beneficios de involucrar a los niños en los ritos de despedida

Participar les ayuda a sentirse incluidos e importantes en los momentos en que muchas personas se sienten abrumadas por la realidad. Este sentimiento de pertenencia favorece el desarrollo de un duelo sano. De todos modos, tanto la participación como la asistencia a estos eventos debe ser voluntaria e informada: los adultos debemos contarles lo más detalladamente posible en qué consiste cada parte del ritual o qué van a ver y sentir, dejando que tomen la decisión de asistir o no.

Para saber más sobre la atención del duelo infantil, podéis acudir a nuestro servicio gratuito de Psicoterapia de duelo infantil, solicitar que impartamos una charla gratuita para padres y profesores en vuestro centro educativo (a través de este proyecto) o descargar gratis nuestro manual práctico “Hablemos de Duelo”, que ofrece pautas para ayudar a los adultos a hablar de la muerte con los niños y da claves sobre cómo viven el duelo los menores según su edad.